LA ESTACIÓN DEL NORTE, ICONO DE VALENCIA

 

Medio centenar de fotografías y llamativos utensilios ferroviarios de antaño rendirán homenaje a la Estación del Norte de València hasta el día 30 de este mes en El Corte Inglés de Pintor Sorolla. Es una sintetizada historia sobre los cambios urbanos habidos a lo largo de cien años en el entorno del edificio, en los atuendos, en la sustitución del material ferroviario pasando de los trenes de vapor a los diésel y eléctricos, en su protagonismo fallero y como ámbito de emotivas o tristes despedidas y llegadas. Las imágenes de tan atractiva muestra proceden de la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu, del Archivo Histórico Ferroviario del Museo del Ferrocarril de Madrid (AHF-MFM), de Renfe, de Adif, del fotógrafo Manuel Cuenca, del coleccionista y bibliógrafo Rafael Solaz, de la Falla Ferroviaria y de los Amigos del Ferrocarril, de cuya sede en Valencia proceden la maqueta de la estación, planos, material ferroviario a escala HO, y otros utensilios históricos expuestos.

La exposición fue inaugurada por la Fallera Mayor 2018 de La Ferroviaria, Gema Ordaz Piñero, y Miguel Angel Romero, Directivo de Adif Valencia, que estuvieron acompañados por Ricardo Noquera, presidente de la Federación de Amigos del Ferrocarril de la Comunidad Valenciana, y Pau Pérez Rico, Jefe de Comunicación y Relaciones Institucionales de El Corte Inglés, patrocinador de la llamativa muestra.

Acto en el que hubo destacada representación de la Asociación Valenciana de Amigos del Ferrocarril con su presidente Juan Marco Domingo, de Archival, de la Asociación Valenciana de Periodistas y Escritores de Turismo y de muchos amigos del mundo de los raíles paralelos.

Un audiovisual de Adif informa a los visitantes sobre la construcción y la historia de la Estación del Norte, un edificio que une utilidad con belleza, principales objetivos de la arquitectura de todos los tiempos, desde su apertura al servicio el 8 de agosto de 1917.

Favorecida por su céntrica ubicación la estación término recibe un promedio diario actual de 60.000 viajeros, entre salidos y llegados casi exclusivamente de cercanías y media distancia, ya que los de largo recorrido fueron desviados en 2010 a la terminal provisional Joaquín Sorolla, y atrae una constante afluencia de turistas para admirar, principalmente, la fachada, el vestíbulo, la Sala de los Mosaicos y la grandiosa cubierta metálica, elementos que, cien años después, siguen sorprendiendo a residentes, visitantes y turistas.

Esteban Gonzalo Rogel