AVPYETUR
Implorar la protección de los santos de la Piedra, San Abdón y San Senén, frente al granizo y los daños en las cosechas es una piadosa costumbre arraigada entrañablemente desde hace siglos entre gentes de campo y huerta de toda España.
Sin embargo, pocos escenarios habrá más evocadores para ello que una pequeña ermita en Cullera dedicada a estos dos patrones de los labradores valencianos, original del siglo XIII y ampliada en el XVIII, en un pintoresco montículo sobre el arrozal y lago de la Albufera, desde el que la vista se pierde en horizontes eternos.
Hacia esta antigua ermita, hoy transformada parcialmente en un sencillo pero interesantísimo Museo del Arroz de visita obligada, las gentes del lugar acudieron en romería el pasado domingo, 27 de julio, para pedir la protección de San Abdón y San Senén, cuyas pequeñas imágenes portaban en sus manos los dos festeros encargados para la ocasión, José Ramón Romero Rico y Javier Martínez Pedrós.
Y desde allí arriba, un diácono bendijo, a continuación, desde los cuatro lados del ermitorio dels Sants de la Pedra, campos y cosechas poco antes de que los últimos rayos del sol iluminaran la merienda final, arropada por las brisas de levante.
Concluía así la romería a los Benissants Abdón y Senén, que había partido a las 20 horas desde la parroquia de la Sangre, organizada por el Ayuntamiento de Cullera, el Sindicato de Riegos, la Parroquia de la Sangre, el Grup d’Amics a Cavall de Cullera y que, como cada año, contó con el respaldo de numerosas entidades locales .
Mientras regresaban los romeros de vuelta ya a Cullera, casi de noche, resonaba aún en el cielo estrellado sobre la Albufera su hermosa plegaria entonada desde la ermita poco antes, en el “Goig en lloança dels Gloriosos Mártirs Sant Abdó i Sant Senent, patrons dels llaurados valencians”:
“En tempestes i tronades
tenim vostra protecció
salvant –nos fruits i collites
de la mala temptació
ens deslliureu en la lluita
com dos esforçats soldats
suplicau-vos humilement
siau nostres advocats”.
Amén
