Tesoros botánicos en Valencia donde estuvo el viejo Hospital

ESTEBAN GONZALO ROGEL (AVPYETUR)

En los ajardinados alrededores de la Biblioteca Pública de Valencia, inaugurada
en 1979 en la que fue enfermería del viejo hospital de Valencia, hay tres tesoros
botánicos: un algarrobo, un ciprés y un ficus, el más viejo, el más alto y el de
mayor envergadura, respectivamente. Árboles en el catálogo de protegidos del
OMAV con últimas dimensiones tomadas en el 2016.

Antiguo hospital P. Jofré


El algarrobo (Ceratonia siliqua), con edad estimada en 115 años según el OMAV,
es el más viejo y trasplantado desde su origen rural al lado sur de la ermita Santa
Lucía, donde antes estuvo parte del edificio que albergaba la facultad de
medicina. Según la última medición: 10,1 metros de altura, 2,85 m. de perímetro
en su base, y su copa 13,7 metros de diámetro N-S y 12 metros E-O. Está
rodeado de centenarios olivos, también trasplantados, y al parecer se está
recuperando de la vitalidad que tuvo años atrás.

Algarrobo y olivos


El ciprés de Cachemira (Cupressus cash meriana), plantado en un rincón entre
dos brazos del crucero, tiene 78 años estimados, 22,5 metros de altura, diámetro
de la copa E-O 7,8 m. y N-S 8,7 m., perímetro del tronco 1,8 m. a 1,30 de altura
y de 2,9 en la base. O lo plantaron allí antes del derribo o fue trasladado.

El viejo ciprés

En cuando al ficus macrophylia o higuera australiana, es el más joven, ya que lo
plantaron en 1979, pero el de mayor desarrollo, con 30,2 metros de diámetro de
la copa en sentido N-S y 29,4 m. E-O, 17,6 metros de altura, perímetro del tronco
3,18 metros a 1,30 m. de altura y de 3,4 en su base. Menos de medio siglo de
vida, pero destaca grandemente por su envergadura en la calle Hospital,
proporcionando sombra a los viandantes y a quienes ocupan las sillas y mesas
de un cercano bar.

Ficus

Pero no todo para superficie verde en una zona de la ciudad casi carente de ella,
ya que también en terrenos del viejo hospital fueron edificados: cuatro inmuebles
con fachadas a las calles Guillem de Castro y Quevedo entre los años 1978 y
2007, el que alberga desde 1987 el Centro de Artesanía de la Comunidad
Valenciana, otro junto al Colegio del Arte Mayor de la Seda donde hay una sede
del IVAJ, y desde el 2001 el MUVIM (Museo de la Ilustración y la Modernidad)
en moderno edificio donde estuvo la enfermería para el Mal de Sement, el
tratamiento de enfermedades venéreas.


En cuanto a la antigua ermita de Santa Lucía, sede de la cofradía del mismo nombre, quedó exenta de inmuebles y desangelada desde que derribaron los que la contorneaban por tres lados. Ello ha obligado a construir contrafuertes de
protección al quedarse sin la sujeción que le daban los edificios adosados y a
reparar humedades ocasionadas por el jardín.

Entrada a la Biblioteca

El Capitulet es el oratorio construido en 1730, en sustitución del que había desde
antes de 1411, para la Cofradía de Nuestra Señora de los Mártires, Inocentes y
Desamparados, posteriormente Virgen de los Desamparados. Desde la antigua
capilla la imagen original fue trasladada en 1605 a una capilla en la parte exterior
del ábside de la Catedral y en 1667 a la Basílica recién construida como destino
definitivo.
En cuanto al jardín, más de árboles que de flores, destinado principalmente para
aportar oxígeno a una amplia zona urbana pobre en superficie verde, fue
remodelado entre los años 2009 y 2012 para reordenar y salvaguardar
elementos arquitectónicos que estaban desperdigados. Sobre ello, en un estudio
realizado en febrero del 2013 el Consell València de Cultura manifestó que
faltaban rótulos interpretativos destacando la importancia y antigüedad del
hospital (1409-1962) y de la facultad, con eminentes médicos que estudiaron y
enseñaron entre 1884 y 1949. Asimismo, que estuviera el monumento al Padre
Jofré, que en el 2009 trasladaron al nuevo hospital, o una copia. Nada han hecho
pese a los años transcurridos.
Soluciones realizadas por culpa de quienes debieron proteger en lugar de
destruir para intentar especular.

En el jardín


La parte más cercana al MUVIM es lugar de acomodo y tertulia de desocupados,
jubilados e indigentes, hay tramos específicos para llevar a las mascotas, otros
donde los asientos invitan a hacer un alto en el camino entre árboles, un
delimitado espacio con juegos para niños, y falta severidad con los incívicos que
garabatean columnas y paredes, y quienes aprovechan escondidos rincones
para realizar lo que no debieran.
Hay sencillos monumentos dedicados a Nicolau Primitiu, al Guerrero de Moixent
y a la mar Mediterránea fecunda.
Causa extrañeza en quienes no conocieron el anterior complejo hospitalario la
altura del terreno arbóreo respecto a las calzadas. Fue la solución a la falta de
tierra por los cimientos donde hubo edificios. Aprovecharon el zócalo de piedra
de los habidos en las calles Guillén de Castro y Hospital, y en la parte interior
muretes de hormigón o gruesas planchas de hierro en sentido vertical para
delimitar montículos de tierra. Con un tipo de hierro que resiste el deterioro por
oxidación.

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