(por Juan Antonio Calabuig)
El lunes 23 de septiembre despedimos emocionados a Javier González Cabanes, director general de los Centros de Turismo (CdT) de la Comunidad Valenciana, que falleció repentinamente en Madrid a los 62 años de edad.
En la misa exequial “córpore in sepulto” celebrada en la capilla del Tanatorio Municipal de Valencia, estuvo representada nuestra Asociación, de la cual Javier González era socio de honor.
Numerosísimas personas asistieron a la ceremonia, evidenciando el afecto que sentían hacia el fallecido, un profesional de enorme prestigio, que se caracterizaba, además, por tener un gran corazón y un altísimo nivel de calidad humana.
Al finalizar la misa, en nombre de la viuda de Javier González, Begoña, y de toda la familia, pronunció unas palabras muy emotivas Javi, hijo del finado, en las que resaltó algunos aspectos que mostraban la bondad de su inolvidable padre.
Con autorización de la familia, vamos a reproducir, a continuación, esas palabras de despedida que fueron acogidas por los asistentes con una impresionante ovación.
Javier González Cabanes, descanse en paz.
Papá.
Hola papá, o como te llamábamos siempre: «capitán general»…
Nada de lo que diga a continuación va a acercarse a hacerle justicia al gran profesional, amigo, vecino, hermano, hijo, marido y padre de familia que has sido. Y aunque se podría decir que eres una persona acostumbrada a los homenajes, hoy nos ha tocado a nosotros, que no estamos tan acostumbrados, hacerte el más importante: el homenaje de tu vida.
Repasando todas tus enseñanzas y consejos, me viene a la mente una conversación que tuvimos hace poco que podría resumirse en tus 3 lecciones de vida:
– Ante todo hay que ser humilde y buena persona
– Da todo sin esperar recibir nada a cambio
– Hagas lo que hagas, hazlo con ilusión
Y estas son precisamente las 3 ideas que más te definen.
Ilusión es exactamente lo que tú le ponías a cada cosa que hacías. Ilusión y mucho, mucho esfuerzo. Un esfuerzo y dedicación que nos han traído hasta donde somos hoy.
Y aunque papá, estamos muy tristes, ante todo estamos tremendamente orgullosos y agradecidos de haber podido disfrutar de la mejor persona que va a pasar por nuestras vidas.
Por supuesto también (y sobre todo) mucho amor. Por si caben dudas, esa es otra de las palabras que podrían definirte a la perfección. Un amor infinito, incondicional, cuidadoso; luchador; delicado, lleno de pequeños detalles, y sobre todo… lleno de familia y de dedicación.
Ha sido un privilegio caminar juntos capitaneados por ti, nos dejas el listón altísimo, pero es, con ese amor y todas las enseñanzas que nos has dejado, con lo que intentaremos hacerlo de la mejor manera posible.
Mamá y tú, nos lo habéis dado todo sin descanso, sin límites y sin medida. Nosotros prometemos devolverlo exactamente de la misma forma para que podáis sentiros orgullosos, aunque sabemos que ya lo estás, y con tu ayuda y tesón desde arriba, lo conseguiremos.
Y aunque somos conscientes de que ni si quiera desde el cielo vas a descansar, por ese ímpetu constante que tienes de querer ayudar y cuidar de los tuyos cada día, te vamos a echar muchísimo, muchísimo de menos.
Vas a estar muy presente en cada decisión y momento por el que pasemos, así que no, tu tarea no ha terminado, porque siempre te vamos a necesitar.
Por nuestra parte te prometemos cuidar mucho de mamá, de la que también estamos infinitamente orgullosos. «Bego» como tú le llamas. Gracias porque junto con ella no ha habido un solo día que no os hayáis preocupado por que estuviéramos unidos, una unión inquebrantable que ahora vas a cuidar desde el cielo.
Dicen que recibes lo que das, y tú a lo largo de la vida, nos has llenado la vida de bondad. También dicen que cada uno tiene una visión del cielo particular, yo me imagino la tuya en medio del campo, con una estampa parecida a tu querido Castro Caldelas, rodeado de árboles milenarios y de muchos pájaros, pero sobre todo, con toda tu familia y amigos entorno a una mesa, y te lo has ganado para toda la eternidad…
Te has ido sin poderte despedir de tu familia y amigos, pero hoy nosotros queremos darte un aplauso tan fuerte que retumbe en el cielo.
Gracias por todo y por tanto.
Gracias por todo capitán general… te queremos hasta el infinito.
