En la sala de exposiciones temporales de L’Iber, el Museo de los Soldaditos de Plomo, sito en la calle Caballeros nº 20 de Valencia, hay una muestra sobre la Primera Guerra Mundial (1914-1918) con un montaje muy didáctico para explicar ese atroz conflicto. Destaca en el centro de la sala una maqueta sobre la Batalla de Verdún (1916-1917), en la que combatieron alemanes y franceses con el resultado de 450.000 y 500.000 bajas, respectivamente, de los que la mitad murieron. Hay escenificaciones menores, carros de combate (tanques), aviones y otros vehículos a escala reducida, caretas antigás, uniformes de la época, carteles, periódicos con las crónicas de Vicente Blasco Ibáñez, correspondencia de los soldados desde las trincheras, hasta una poesía de Charles Borel, tío-abuelo de Alejandro Noguera, director de L’Iber.
Gran Guerra en cuyo transcurso fue enorme el avance de la aviación y aumentó la importancia de la motorización en superficie, principalmente a partir de la llegada de los norteamericanos en 1917 “sobre ríos de gasolina”, mientras que entre los países combatientes europeos proliferó la utilización de las líneas férreas desmontables, el sistema inventado en la segunda mitad del siglo XIX por el francés Paul Decauville, que les permitía distribuir ingentes cantidades de municiones, alimentos y pertrechos desde las grandes líneas férreas hasta las zonas de combate.
Fueron novedad los tanques y enormes cañones sobre vía férrea para bombardear las ciudades desde gran distancia, lo que también hacían desde el aire con dirigibles y aviones.
La exposición, que se podrá visitar hasta el mes de noviembre, consta de más de 3.000 piezas procedentes de ocho coleccionistas privados de la Comunidad Valenciana.
Los inventos, algunos acuciados por la necesidad y cuya mayoría se incorporaron a la vida habitual, tienen su apartado especial. Desde entonces las cremalleras, el acero inoxidable, los mensajes cifrados, los pañuelos de papel y las bolsitas de thé. La enorme cantidad de lisiados propició el desarrollo de la ortopedia, la utilización del reloj de pulsera permitía tener las manos libres para coordinar los disparos de artillería, y la creación de la ambulancia con vehículos motorizados aportó rapidez al traslado de los heridos a los hospitales.
Exposición que tendrá el complemento de las siguientes conferencias en el salón de actos del museo a partir de las 19 horas de los días indicados:
España y la Primera Guerra Mundial por Alejandro Mohorte el día 26 de este mes, Ases de la Aviación por David Alvarez el 25 de marzo, y La Gran Guerra en el mundo colonial por Alejandro Noguera el 29 de abril.
En mayo, pero sin fecha concretada, Enrique Ramos disertará sobre Innovaciones Militares en la Primera Guerra Mundial, y se cerrará el ciclo en otoño con una conferencia sobre El Fin de la Guerra y el Tratado de Versalles.
También habrá talleres infantiles y un ciclo de cineclub, también en l’Iber, durante el próximo verano con películas dobladas al castellano que tendrán explicación previa y debate posterior.
Más información.- www.museoliber.org info@museoliber.org.
Horario.- Miércoles a viernes de 11 a 14 h. y de 16:30 a 20 h. Sábados y domingos de 11 a 14 h. y de 16 a 19 h.
Esteban Gonzalo Rogel