Camporrobles.
En el extremo más occidental de la Comunidad Valenciana la población de Camporrobles contempla por igual las tierras valencianas y la cercana Castilla en sus confines, lindante su término con el municipio conquense de Mira. Situada a noroeste de la comarca de la Plana de Utiel y en la encrucijada de caminos de la historia entre la Meseta y el Mediterráneo, Camporrobles conserva la lejana memoria del pasado con el legado que iberos, romanos y musulmanes dejaron a su paso por estas tierras. El extenso territorio de la Plana de Requena Utiel, sector oriental de la Meseta Central, en el año 1851 se adscribe a Valencia en la nueva división administrativa provincial del Estado, una incorporación que fortalecía con carácter oficial las ancestrales relaciones comerciales y humanas entre ambas comunidades y que, por razones de proximidad y peso económico, para estas tierras castellanas resultaban más factibles y provechosas con Valencia que con su capital, Cuenca. La jurisdicción valenciana sobre estos territorios vecinos, aceptada voluntariamente por gran parte de la población, sancionaba ancestrales relaciones y vínculos de hermandad ya existentes desde hacia siglos. Desde época romana y durante el periodo islámico, el territorio estuvo bajo la influencia mediterránea, hasta que con la conquista de Jaime I, y en el reparto de tierras con Alfonso X, la comarca quedó en el Reino de Castilla. Las características del relieve, la lengua y la cultura que distinguen y singularizan la Valencia Castellana, o, bien, la Castilla Valenciana, es un hecho humano, geográfico y cultural más que enriquece la pluralidad de nuestra tierra.
El Parque Arqueológico Temático de El Molón.
El yacimiento de El Molón ocupa la cúspide de una muela caliza de 1.124 metros de altitud, elevada en las proximidades de Camporrobles y en el límite provincial con Cuenca. Un yacimiento sumamente interesante, de relevante interés por su estratégica situación geográfica en el tránsito de la Meseta al Mediterráneo, control de vías de comunicación en la zona fronteriza entre los pueblos celtiberos e iberos. Por estas características de dominio visual y la topografía del enclave, favorable de manera natural a su fortificación, la muela ha estado habitada de forma estable desde finales de la Edad del Bronce e inicios de la Edad del Hierro, hasta el siglo X, salvo un periodo durante la romanización en la que los asentamientos pasaron a la llanura. En la época islámica fue lugar fortificado militar de cierta envergadura y asentamiento que contaba con una mezquita. Abandonado por completo el conjunto como lugar de hábitat, siguió recibiendo la visita esporádica de campesinos y pastores. Como último episodio de su histórico protagonismo, durante la Guerra Civil, en el año 1937 se construyó un aeropuerto militar en el llano, del cual solamente queda como testigo una caseta de observación situada en la cima de El Molón. El inmenso y relevante patrimonio que atesora este singular yacimiento, rescatado del olvido a través de una serie de campañas de la Universidad de Alicante y la Complutense de Madrid y valorado culturalmente, está conservado y dispuesto desde el año 2008 para el disfrute ciudadano, como Parque Arqueológico Temático.
El Centro de Interpretación de El Molón.- El interesante recorrido del yacimiento es aconsejable vaya precedido de la visita al Centro de Interpretación, como lectura previa de los vestigios arqueológicos y ayuda para su mejor comprensión. Paneles, planos, dibujos, fotografías, textos, réplicas virtuales, noticia del urbanismo y de los sistemas defensivos…dan una completa panorámica de los siglos de ocupación de la muela, la evolución en las sucesivas etapas culturales, cronología de los asentamientos y de las distintas sociedades que lo habitaron, su economía, sus modelos de vida y el universo de sus creencias, ceremonial y ritual funerario. El paso por el Centro de Interpretación y la modélica exposición ilustrando el pasado del yacimiento y sus peculiaridades, es una valiosísima aproximación a tan excepcional monumento del pasado, testimonio durante siglos de superposición cultural.
El recorrido del yacimiento es para hacerlo solamente a pie, se inicia desde el mismo Centro de Interpretación junto a la zona habilitada de aparcamiento para los visitantes, un sendero que, en principio, remonta la ladera de la muela hasta alcanzar en unos 20 minutos la cumbre, una meseta de desigual topografía donde se distribuyen los vestigios de los distintos asentamientos. La extensión de la ocupación humana permanente durante largos periodos, es muy grande y en su totalidad está documentada con mesas de lectura que permiten seguir un itinerario y conocer en cada uno de los lugares su función, cronología y urbanismo. Desde los altos del Molón el paisaje se agranda en el horizonte por tierras agrícolas de tonalidades castellanas, de tradición cerealista y ganadera y montes que cubre el oscuro verdor de los pinares. Esta cualidad de privilegiado mirador, por la posición destacada y aislada de la muela, sin elevaciones en su entorno que se le antepongan y reconocible su silueta desde lugares muy lejanos, explica la potencia como asentamiento humano de El Molón en sus funciones militares de control sobre las vías de comunicación, dominio visual del territorio circundante y la custodia de la riqueza agrícola, factores que históricamente han decidido los emplazamientos de altura. La estrategia del enclave se consumaba por su fácil defensa, aprovechando los escarpes naturales del relieve, como la más eficaz fortificación. A los pies de la muela y en las cercanías de Camporrobles, una depresión ha sido el vaso de una laguna, desecada en el pasado siglo, el agua como factor de vida, asociado a la ganadería y la agricultura, como un elemento vital más determinante de los notables asentamientos de Camporrobles.
El Molón merece una detallada visita por ser uno de los yacimientos más relevantes de las comarcas valencianas, una visita para hacerla con calma y que ayude a interiorizar y comprender la huella del pasado desde la Prehistoria inscrita en el paisaje. Vale la pena dedicar una mañana: cualquier época puede ser buena, valorando de antemano el frío y el calor que, en estas tierras del interior, se manifiestan en sus extremos continentales. Camporrobles da la acogida amable al visitante para cerrar una recomendable excursión. Cómo llegar: desde Valencia por la A-3 hasta Utiel y de allí a Camporrobles por la CV-470. Información y contactos: Ayuntamiento de Camporrobles (96 218 10 06). www.camporrobles.es
Visita realizada el sábado 16 de noviembre de 2013
Rafael Cebrián Gimeno