La de cal, la inteligente actuación de quien atiende a los visitantes en el Museo del Corpus, que con autorización de la Concejalía de Fiestas y Cultura Popular ha colocado un panel en la puerta de entrada indicando la gratuidad de la visita en valenciano, castellano, inglés y francés, seguido de unas líneas en las tres primeras lenguas sobre la antigüedad del edificio, el museo que contiene y en él la peculiaridad de Las Rocas. Con esta sencilla información han conseguido aumentar considerablemente la cantidad de visitantes.
La de arena, el incomprensible cierre a las visitas de los turistas del antiguo bar de la estación del Norte, la popular Sala de los Mosaicos, por el traslado el pasado 19 de diciembre del servicio de información, que allí había desde julio del 2008, a la terminal para alta velocidad Joaquín Sorolla. Ahora en Valencia Nord la información sobre horarios y precios de los trenes la atienden conjuntamente con los de atención al cliente en el local vecino al del citado bar.
Chasco de los turistas ante las puertas cerradas y sin iluminación en el interior de la llamada “ joya de la estación junto con el vestíbulo “, evidenciando una incomprensible descoordinación entre organismos y entidades para que continuara abierta la sala en una ciudad que quieren sea puntera en captación de visitantes. Da la sensación que no se han enterado del cierre tanto el Ayuntamiento como las Consellerías
de Cultura y Turismo, ya que no he leído ni escuchado comentarios al respecto en medios de comunicación valencianos. La Sala de los Mosaicos sólo ha estado abierta para los turistas dos años y 159 días, después que estuvo cerrada 16 años: los diez primeros esperando la decisión de restaurarla para detener la degradación de la estancia, reconstruir las partes deterioradas en épocas anteriores y restaurar otras, y los seis
siguientes de lento, minucioso y costoso trabajo artesanal que comenzó Renfe el año 2002 y continuó Adif, ambas empresas en coordinación con la Consellería de Cultura para que el conjunto artístico luciera nuevamente su bella policromía de 1917.
Poco rendimiento para una dependencia de la Estación del Norte –monumento histórico artístico desde 1983- cuya restauración precisó una inversión de 700.000 euros, logró cofinanciación de los Fondos Feder de la Unión Europea y fue reinaugurada el 4 de julio del 2008 por el anterior Delegado del Gobierno, Rafael Peralta, y por Paz Olmos, Directora General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana.
Esteban Gonzalo